Hemos visto lo mala que puede llegar a ser la discriminación por género en la sociedad. Quien plantea realmente una teoría contra esa discriminación es un sociólogo que se llama Randall Collins. Enuncia una fuerte crítica a la teoría del capital humano de Becker y Shultz. Atribuía la educación como el recurso principal de la clase baja para luchar por el poder de la clase alta, compuesta solamente por unos pocos adinerados. Además establecía una inflación artificial de la educación, causada por el aumento de la burocracia del Estado, así como de las grandes corporaciones, y no del sistema productivo, que continuaba siendo desigualitario para los trabajadores, ya sea por género o por estatus social. Para poder discriminar de forma indetectable, por decirlo de alguna manera, se atendía a una serie de valores, tendencias y modas que adquiría la clase alta para dominar al resto de las masas.
Si atendemos a esto en la realidad actual, podríamos demostrar que es cierto, siendo, en vez de clases adineradas, estereotipos famosos, que promueven distintas predilecciones por algún tipo de moda o look.
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